Centenario del nacimiento de Remedios Varo


Reseñado por: Diana Carmona

Nacida el 16 de diciembre de 1908 en Anglés, provincia de Gerona (España), Maria de los Remedios Varo y Uranga es una de las artistas surrealistas del pasado siglo que, lamentablemente, es poco conocida en nuestro medio. A sus 16 años y con la estimulación de su padre se convierte en una de las primeras mujeres estudiantes de arte en la Academia de San Fernando (Madrid) donde fue condiscípula de Dalí y de Gerardo Lizárraga, con quien se casó mas tarde. Ambos tomaron rumbo inicialmente a París y luego a Barcelona -capital del modernismo español en aquella época- donde trabajaron en la realización de dibujos publicitarios y se vincularon con artistas de la época como Oscar Domínguez, Esteban Francés, Marcel Jean, entre otros.
La pareja termina su unión en 1935 y Remedios Varo comienza a relacionarse con otros artistas vanguardistas de la época con quienes integra el grupo denominado "Lógicofobistas". Luego, en 1936, decide regresar a París donde posiciona su creación pictórica en el campo del surrealismo y conoce al poeta Benjamín Peret, con quien se unirá amorosamente y quien la introducirá en el mundo de los surrealistas, estableciendo importantes vínculos con Breton, Eluard, Desnos y Miró, entre otros. Posteriormente, durante el estallido de la guerra, París queda presa del ataque de los tanques nazis y ambos artistas son llevados a un campo de concentración hasta finales de 1941, momento en el cual con ayuda del Comité para Rescates de Emergencia, escapan a México donde serán especialmente acogidos por la inmensa comunidad de artistas exiliados en ese país. Será allí en el país centroamericano donde surgirá la mayor parte de la producción artística de Remedios varo.
En el año 1947 regresa a París, pero descubre entonces que no hace ya parte de Europa y rompe relaciones tanto con el círculo artístico de aquella época como con Peret, regresando a México para quedarse allí hasta el fin de sus días. Entre 1952 -año en el que vuelve a unirse amorosamente con un refugiado político de origen austríaco, Walter Gruen- y 1963 se dedica de manera exclusiva a pintar, convirtiéndose este en el período de mayor producción artística y el que antecede a su muerte, a la edad de 55 años. Sus obras expresan imágenes oníricas, influenciadas por el arte surrealista y por artistas como Giotto y Lorenzetti, Fra Angélico, el Bosco y Breughel, plasmando tanto sus recuerdos de infancia como los padecimientos de la guerra y sus vivencias femeninas.


Imágen: La llamada

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